Pablo Álvarez Juan Marín

«Un horizonte casi infinito de posibilidades»

La presidenta abre las jornadas de tecnología aplicada al vino señalando a la pandemia como un «aldabonazo» en el impulso del sector hacia la digitalización

Llegó la pandemia, y lo trastocó todo. Hizo imposibles muchas cosas, y de algunas solo nos vamos recuperando poco a poco. Imaginext, el foro de tecnología aplicada al mundo del vino, llegaba este martes a su séptima edición por fin presencialmente, aunque con aforo limitado, mascarillas, distancias. Muchas buenas sensaciones de recuperar algo, de lo que la presidenta Concha Andreu llamaba, al abrir las jornadas, «ir llevándonos poco a poco hacia la normalidad».

Y aunque no fuera la «normalidad normal», algo se le parecía. Las jornadas organizadas por la multimedia de Diario LA RIOJA y JIG, con el patrocinio del Gobierno riojano y la colaboración del Ayuntamiento y de Cajamar, abrían sus puertas con esas buenas sensaciones y esos buenos deseos. Estamos aquí. Ahora veamos hacia dónde vamos.

Andreu señalaba una circunstancia que es extensible a muchos sectores pero sin duda al vitivinícola: que por necesidad imperiosa se ha tenido que hacer «de la necesidad, virtud». Porque el año ha sido difícil para todos, aunque especialmente complicado «para las bodegas que proveen al canal Horeca».

Imaginext reunió ayer a un buen número de expertos en torno al vino y la tecnología

Y de este modo, quienes estuvieran aún en las puertas de la digitalización han oído necesariamente ese «aldabonazo» que ha traído la pandemia. Una llamada de atención hacia un futuro inevitable: «La digitalización del sector».

Y eso que no estamos hablando de un sector cualquiera, ojo. Recordando los números, Andreu recalcaba que el vino en La Rioja supone el 5,3% del valor añadido de la comunidad, y el 21,2% del sector en el conjunto de España. Pero estar, en presente, no significa ir a estar, en futuro. Hay que atreverse a explorar «las inmensas posibilidades» de la tecnología para este sector. Ese, y no otro, es el propósito de Imaginext.

No es un cambio sencillo

Como ocurre en todos los cambios de calado, «no está siendo sencillo». Porque en gran parte «no estábamos preparados». Claro que a la realidad le da igual que uno esté o no preparado, porque «es un proceso irreversible, no hay marcha atrás». Y conceptos como el big data aplicado a la producción, las nuevas tecnologías que abren posibilidades al enoturismo o la producción sostenible han de ser manejados por las 567 bodegas de Rioja, 400 de ellas en la comunidad autónoma.

«En parte no estábamos preparados, pero no hay marcha atrás»

Pese a un punto de partida complicado, Andreu se mantenía optimista sobre el futuro. «Aunque partamos con un poco de retraso, estoy seguro que conseguiremos recuperar y ser punteros». Citaba proyectos nuevos como el de la Enoregión que impulsa el ejecutivo riojano, que sigue su camino hacia los Fondos Europeos de Recuperación, y otros ya probados, como la investigación del ICVV.

Porque, como explicaba «este es un horizonte lleno de posibilidades».